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Picasso visto por Otero

Cotidianidad picassiana

Roberto Otero fue uno de los pocos reporteros a los que el pintor malagueño abrió las puertas de su casa en el sur de Francia, permitiendo que registrara para la posteridad no solo el ambiente en su entorno de trabajo sino multitud de escenas de su vida cotidiana: su familia, sus amigos o sus costumbres.

Pablo y Jacqueline Picasso en la sala de esculturas, Notre-Dame-de-Vie, Mougins, octubre de 1966

Picasso junto a Edward Steichen

Tomada en la sala de esculturas de Notre-Dame-de-Vie, Picasso aparece junto al célebre fotógrafo Edward Steichen. En su galería de Nueva York, Steichen había organizado en 1911 la primera exposición de Picasso en Estados Unidos.

En el momento en el que Roberto Otero toma la fotografía, Picasso luce la chaqueta y la pajarita del empresario y coleccionista Joseph H. Hirschhorn, que le acababa de presentar Steichen.

Impresionado por las obras, Hirschhorn le ofrece todo lo que tiene por una escultura suya. Picasso acepta la oferta y en ese instante, vestido con la ropa del empresario, levanta el dedo y dice: «Soy el primer coleccionista de Picassos del mundo».

El reencuadre de esta fotografía, en la que solamente aparece Picasso, dio lugar a una de las imágenes de Otero más difundidas.

Picasso junto a Edward Steichen, Notre-Dame-de-Vie, Mougins, 6 agosto 1966

Pablo Picasso con Daniel-Henry Kahnweiler

Picasso conoció al marchante y editor Daniel-Henry Kahnweiler (1884-1979) en el verano de 1907, cuando este último visitó el taller del Bateau-Lavoir, donde descubrió Las señoritas de Aviñón. En 1910, se convirtió en uno de sus más importantes marchantes.

Pablo Picasso con Daniel-Henry Kahnweiler, Notre-Dame-de-Vie, Mougins, 1964

Para Alberti de Picasso que tanto lo quiere. El 16.6.67


Así dedica Picasso a Rafael Alberti el álbum Picasso. Un eventail (1905-1914).

Esta fotografía fue tomada en el dormitorio del artista en Notre-Dame-de-Vie, última de sus residencias, a donde se trasladó en junio de 1961.

Picasso dedicando un libro, Notre-Dame-de-Vie, Mougins, 16 junio 1967

Picasso en Vauvenargues

Picasso compró el château de Vauvenargues en 1958. Se trataba de un castillo remodelado del siglo XVII próximo a Aix-en-Provence y al monte Sainte-Victoire, que Cézanne pintó con frecuencia.

En febrero de 1959 empezó a trabajar allí, donde vivió hasta que en 1961 se muda a Notre-Dame-de-Vie, en Mougins.

Picasso en Vauvenargues, Vauvenargues,  entre 1960 y 1972

Patio de la entrada de Notre-Dame-de-Vie

Picasso se instaló en esta residencia situada cerca de Cannes tras su matrimonio con Jacqueline, en junio de 1961. Allí estableció su último taller y falleció el 8 de abril de 1973.

A la izquierda, puede verse la llamada «Casita de Jacqueline». A la derecha se encuentra el automóvil, de la marca Hispano-Suiza, propiedad del artista desde 1933.

Patio de la entrada de Notre-Dame-de-Vie, Mougins, 1964-1972

Picasso trabajando en el proyecto del monumento de Chicago

Picasso estudia una de las fotografías que forman parte del proyecto del monumento de Chicago. El artista hizo dos ejemplares: uno de ellos lo conservó en su taller y el otro se lo entregó al arquitecto estadounidense William Hartmann (hoy en el Art Institute de Chicago).

Con la ayuda del poeta Roland Penrose, Hartmann había convencido a Picasso para que diseñara un enorme monumento en acero para el nuevo Civic Center de Chicago, inaugurado en 1967.

Picasso trabajando en el proyecto del monumento de Chicago, Notre-Dame-de-Vie, Mougins, agosto 1966

Picasso en una sesión fotográfica de Christian Zervos

En la imagen, Pablo Picasso aparece junto a la cámara Linhof utilizada para la reproducción de sus obras incluidas en el catálogo razonado editado por el historiador del arte Christian Zervos (1899-1970).

Zervos conoce a Picasso en 1926, cuando funda la revista Cahiers d’art. Es asimismo el autor del catálogo razonado del conjunto de la obra picassiana. Las introducciones de cada uno de sus 33 volúmenes, publicados entre 1932 y 1978, constituyen un trabajo pionero en la historia del arte moderno.

Picasso en una sesión fotográfica de Christian Zervos, Notre-Dame-de-Vie, Mougins, 1968-1969

Pablo y Jacqueline Picasso en la sala de esculturas

De izquierda a derecha, Pablo Picasso, su mujer Jacqueline Roque y Louise Leiris, dueña de la galería del mismo nombre. Al fondo, la maqueta para el Monumento de Chicago y un vaciado en yeso de un esclavo de Miguel Ángel, que el artista encontró en los sótanos del Museo de Antibes. A la derecha, la escultura Figura (1962).

Situada en la ladera de una colina, las dimensiones de Notre-Dame-de-Vie ofrecían a Picasso el espacio que precisaba tanto para trabajar como para albergar su colección de obras. En la planta baja de la residencia, Picasso ubicó la sala de esculturas.

Picasso y Jacqueline en la sala de esculturas. De izquierda a derecha, Pablo Picasso, su mujer Jacqueline Roque y Louise Leiris, Notre-Dame-de-Vie, Mougins, octubre de 1966