Buñuel, Dalí y las bestias andaluzas

Agustín Sánchez Vidal, catedrático de Historia del Cine de la Universidad de Zaragoza, es uno de los mayores expertos en Luis Buñuel y Salvador Dalí. Con el primero, mantuvo una estrecha relación en vida del cineasta, con estancias en su residencia de México de las que nacieron varios ensayos que hoy son referencias ineludibles en el estudio de la obra del aragonés. De hecho, su libro Buñuel, Lorca, Dalí: el enigma sin fin ganó en 1988 el premio Espejo de España de ensayo. Recientemente, ha sido merecedor del Premio Primavera de Novela por Nudo de Sangre, su segundo libro de ficción.

En su conferencia, Sánchez Vidal expuso algunas de sus conclusiones acerca de las apasionantes relaciones artísticas entre Buñuel y Dalí, que dieron frutos como el cortometraje Un perro andaluz, que fue proyectado tras la ponencia. La película, obra maestra del Surrealismo realizada en 1929, comienza con la conocida secuencia de la sección del ojo de una mujer. Más allá de la provocación y del impacto inicial –creado para facilitar a continuación la libre asociación de ideas—, la cinta es un poema en imágenes que habla de deseos, represiones, rebeldía y obsesión con un lenguaje visual más cercano a los sueños que al orden impuesto por la razón.

La ponencia de Sánchez Vidal coincidió con la exposición Más allá de la pintura. Max Ernst en la Colección Würth, dedicada a otro de los grandes maestros del Surrealismo, autor, como Buñuel y Dalí de una obra extraordinaria e inquietante.