Arquitectura

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El Palacio de Buenavista

El Palacio de Buenavista es la sede de la colección del Museo Picasso Málaga. Situado en pleno centro histórico de la ciudad, es un magnífico ejemplo de la arquitectura andaluza del siglo XVI, en el que se mezclan elementos renacentistas y mudéjares.

El Palacio de Buenavista fue erigido por don Diego de Cazalla, pagador de los ejércitos y las armadas reales, que participó en la conquista de la ciudad en 1487. La construcción se realizó sobre los restos de un palacio nazarí, del que aún se conservan algunos elementos como la torre situada al este del patio principal.

Influencias castellanas, italianas y moriscas se mezclan en este sobrio y elegante edificio, que cambió de nombre de Palacio de los Condes de Mollina a Palacio de los Condes de Buenavista por los distintos enlaces matrimoniales que se sucedieron a lo largo de los siglos en la familia. Fue residencia familiar hasta finales del siglo XIX, pasando después a ser casa de vecinos, centro de enseñanza, fábrica de muebles, taller de carpintería y centro hospitalario; por último fue declarado Monumento Nacional en 1939.

En 1946 sus propietarios lo cedieron al Estado en calidad de arrendamiento para la instalación del Museo Provincial de Bellas Artes, que se inauguró en 1961 y que mantuvo su uso hasta 1997, cuando fue adquirido por la Junta de Andalucía para sede del entonces futuro Museo Picasso Málaga. El Palacio de Buenavista reunía todas las condiciones al tratarse de un edificio en pleno centro histórico de Málaga, «antiguo y laico» —por expreso deseo de Picasso—, un palacio típicamente andaluz para albergar la colección.

El edificio hoy

El Palacio de Bellavista era demasiado exiguo para albergar un museo moderno, por lo que se decidió una ampliación en la parte posterior del edificio, con la progresiva compra de quince casas del entorno. De este modo, se adaptaron varias construcciones adyacentes y se edificaron otras de nueva planta alrededor de la plaza de la Higuera donde se organiza una pequeña ciudad museística cuyas formas sencillas, cúbicas y blancas se inspiran en la tradición andaluza. Estos nuevos edificios albergan hoy las exposiciones temporales, los talleres, la librería, la biblioteca, las oficinas y un auditorio para el museo, mientras que la colección permanente está instalada en el palacio original.

La rehabilitación y expansión de este complejo museístico fue diseñada por Richard Gluckman (Gluckman Mayner Architects), con Isabel Cámara y Rafael Martín Delgado (Cámara Martín Delgado Arquitectos), así como por la empresa de ingeniería ARUP. El paisajismo es obra de María Medina.

En 2006, el American Institute of Architects premió el proyecto del Museo Picasso Málaga con el Institute Honor Awards for Architecture. El jurado destacó «el hermoso trabajo de restauración arquitectónica, acertadamente sencillo, que ha bordado un museo en el tejido de esta ciudad mediterránea. Las nuevas secciones han sido simple y elegantemente insertadas en el entorno y en los alrededores de un palacio del siglo XVI, patios exteriores y calles de la ciudad».

Para saber más:

Arquitectura del Museo Picasso Málaga: desde el siglo VI a.C. hasta el siglo XXI

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Yacimientos arqueológicos

El subsuelo del Palacio de Buenavista alberga un importante testimonio de los vestigios de la ciudad. Excepcionales restos fenicios y romanos, así como estancias del antiguo palacio renacentista, muestran al visitante fragmentos de la historia de Málaga.

Málaga es una de las ciudades más antiguas de Occidente con cerca de 3.000 años de ocupación continuada. Malaka, ciudad fundada por los fenicios hacia el siglo VIII a.C., se emplazó en la ladera baja del monte de la Alcazaba. Desde el principio, la población desarrolló una intensa actividad basada en la explotación metalúrgica junto con la producción de púrpura y salazones.

A partir del siglo VI a.C. estuvo bajo dominio púnico, hasta que fue conquistada por los romanos tras la Segunda Guerra Púnica (finales del siglo III a.C.) y su nombre se convirtió en Malaca. Integrada dentro de una de las provincias de Roma, mantuvo sus privilegios como ciudad federada. El gran desarrollo de las industrias pesqueras hizo que se consolidara su carácter comercial. Con la desmembración del Imperio Romano, los visigodos dominaron estos territorios. El periodo se caracteriza por la decadencia de la ciudad, salvo el intervalo de ocupación Bizantina en el que jugó un papel primordial probablemente como capital imperial.

En 711 cayó en poder de los árabes, pasando a depender del emirato cordobés. Desde el siglo X, vuelve a destacar entre las poblaciones del sur de la Península al convertirse en el principal puerto del reino nazarí de Granada, por el cual se expedían sus productos más destacados. En 1487, Málaga es conquistada por los Reyes Católicos. En el subsuelo del Palacio se puede visitar un yacimiento arqueológico, donde cabe destacar los siguientes restos:

  • Construcciones de finales del siglo VII–principios del siglo VI a.C. que corresponden a parte de una vivienda fenicia.
  • Muralla fenicia construida a principios del siglo VI a.C. que protegía la ciudad en su lado Norte, donde probablemente se localizaba una de las puertas de entrada.
  • Torre fenicia perteneciente a la segunda línea de muralla que fue construida a finales del siglo VI a.C.
  • Habitaciones internas de una de las torres fenicias pertenecientes a la segunda línea de la muralla construida a finales del siglo VI a.C. y que estaría situada junto a una de las puertas de la ciudad.
  • Ánfora greco-itálica de finales del siglo III–principios del siglo II a.C.
  • Restos de piletas pertenecientes a una factoría romana de salazones de pescado que estuvo en actividad desde el siglo III al V d.C. En ella se elaboraban productos derivados de la pesca, como el famoso garum, que se exportaban a Roma.
  • Calle empedrada del siglo XVI destinada a la entrada de carruajes al Palacio de los Condes de Buenavista.
  • Restos del suelo original del siglo XVI del sótano del Palacio de los Condes de Buenavista, con tinajas embutidas destinadas al almacenamiento de víveres.